Lo más paradojico es que el discurso de unos no es distinto del discurso de los otros, así como tampoco es distinto lo que dicen unos acerca de los otros, la clave está pues en la diferenciación entre unos y otros, y en que de estos unos y otros, unos son un "nosotros" y los otros son enemigos "nuestros". El detalle está en el vacio que hay en los discursos, y que el contenido no esta lleno sino con consignas del tipo: apoyame porque tenemos que estar juntos para acabar con el contrario. Cuando unos y otros hablan de pueblo, no hablan del pueblo, hablan de un pueblo, una parte de éste, los "nuestros", es decir, cuando proclaman su triunfo, unos y otros, es totalmente coherente que digan que gano pueblo, pero no el pueblo, ganó una parte del pueblo, ganó "su" parte del pueblo, la parte que los apoya, los sigue y los hace, pero no el pueblo como totalidad. Si ganó el pueblo es porque también perdió el pueblo, porque todas aquellas personas que votaron por una opción distinta y contraria, ¿no son pueblo acaso? Si unos dicen que perdió el pueblo, los compatriotas y los camaradas que querían lo mejor para el país, ¿qué son los otros entonces, los que votaron por la opción que resulto ganadora?... Si ganó Venezuela, qué son, o de dónde son, los otros que votaron por la opción contraria, de dónde vienen y dónde están si no en Venezuela. Son las cosas que hay que ver en un momento tan delicado de extrema polarización y politización-partidista, son las cosas que hay que cuidar si de verdad se quiere llegar a algun concenso, si de verdad se quiere hallar una salida hacia no una Venezuela, sino muchas venezuelas (con minúsculas todas, hasta las que detenten el poder) que puedan convivir juntas, en un mismo territorio y bajo un mismo regimen, que voten por opciones distintas y contrarias y no sean por ello más o menos venezuela.
8 dic 2007
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