21 ene 2009

la guerra es subliminal y las guerrillas estan en internet

Mientras una bomba se abre y explota en algún lugar del Territorio Palestino, unos niños van saliendo de un lugar escondido en el otro extremo de la pasarela. Pasos largos y estilizados. Ellos son raros, distintos a los demás hombrecitos. Son la transgresión en carne viva. Son jóvenes y atractivos. Son egocéntricos y subversivos, pero sobre todas las cosas, y muy especialmente, son mediáticos, son hijos de una era (que no le queda mejor nombre que:) de la información: las comunicaciones y (a través de ellas) la exposición desvergonzada es el insumo básico del que comen los famosos y los que quieren serlo. A los medios tradicionales de producción de ídolos, se le suma la gran red: Internet es el escenario, el runaway celestial donde los sueños se hacen realidad, donde el yo conoce a los otros, sin contacto, sin ojos ni bocas… por eso, más bien, los otros conocen al yo. Es el ego, nada más, la generación del yo (ensimismado), pero al mismo tiempo es la oportunidad de institucionalizar lo raro, de escandalizar a los imbéciles.

Taraán:


Chris Crocker. Niño rubio de 21 años que logro hacerse famoso a fuerza de youtube y webs similares. Su memorable ¿actuación? en defensa de la descarrilada Britney le dio notoriedad: fue parodiada, imitada y criticada, y a pesar de que dudo mucho que haya sido elogiada llegó a los ojos de todo el mundo, así que el objetivo fue alcanzado. El señorito Crocker ahora tiene clubs de fans, incursionó en el canto y el artículo de Wikipedia en su honor es considerablemente largo. No se si alguien más lo ha dicho, pero sus actuaciones me parece que tienen algo de Jonathan Caouette.


Matthew Lush. Yahoo! Respuestas: “¿Quién diablos es Matthew Lush?” Mejor respuesta:
es un vegano más conocido cómo GayGod que protesta para que protejan a los animales, tiene múltiples cuentas en diferentes sites y es muy admirado, tiene miles de amigos en myspace, es modelo y diseña camisetas. … Por qué le dicen gaygod? Porque para algunos es cómo un dios, por sus diferentes ideas y planes y gay porque es gay, así se formo lo de GayGod
Personalmente no creo que sea ningún dios, y el seudónimo Gaygod probablemente se lo adjudicó él mismo. Tampoco creo que el veganismo sea el leitmotiv de su existencia… lo que si creo es que los nuevos ídolos recurren a nuevas estrategias. Pero a su corta edad (no se que edad tiene, en realidad, pero se ve chiquito) también es famoso por obra y gracia de la señora Internet.

Y, porque es cierto que matar una abeja en Venezuela puede hacer caer la bolsa de valores de Tokio, si de dioses se trata yo le daría el premio a el(la):



Jeffrey Star. Ya he hablado de éste en otro post, pero aquí merece mención especial, no solo por besarse con los dos anteriores, sino porque, en mi opinión, es el más talentoso de los tres, y si de transgresión se trata, también les gana. Jeffrey tiene 22 años y es nativo del O.C. de verdad verdad. Tiene muchas cuentas en distintos sitios de la Internet, miles de fotos, varias canciones que se pueden escuchar en su myspace (escritas e interpretadas por él), además de ser también, según la Wiki, diseñador de modas y make-up artist.


En mi opinión la versión autóctona más cercana de los individuos antes mencionados sería Gerard Cortez. A pesar de ser editor de Urbe, este niño es más famoso por sus fotos del facebook que por lo que escribe en ese semanario. Sus relaciones públicas y sus viajes paradisíacos son seguidos por miles de niños y niñas a través de las fotos notoriamente seleccionadas con cuidado para ser mostradas al “mundo”. En su caso, posiblemente haya pasado al contrario: usar su relativa influencia mediática para consolidarse como un ídolo de Internet. El detalle es que, en el caso de Gerard, la transgresión no es llega a serlo, más bien se queda en palabras condescendientes y mensaje (demasiado) implícitos. Gerard se acerca más a los Krautboys (que también merecen ser nombrados) que a Jeffrey Star, pero más recatado. Sin nudismo (de ningún tipo) y sin imágenes políticamente incorrectas ni insinuaciones sexualmente transgresoras. Si bien es egocéntrico, mediático y un ídolo joven resultado, en gran medida, de los nuevos medios de difusión, cualquier lector podría decir que Gerard es demasiado correcto, demasiado fornido y demasiado pulcro para estar en esta lista. Pues si, es cierto, y quien lo note tiene toda la razón. Pero el problema no es que Gerard no sea Crocker (él está bien como está y no creo que quiera ser Crocker), el problema es que Gerard es lo más cercano a Crocker que tenemos por estas tierras. Eso es sólo un indicio de que nos falta demasiado por recorrer: seguimos viviendo en una sociedad así de conservadora, y somos lo suficientemente conformista para quedarnos tranquilos y callados, como niños buenos ¿o no?