9 nov 2008

el patio de atrás: una lectura queer

El otro día G me comentó que a su ahijadita le habían regalado un muñeco parlante que se llamaba como yo, y así descubrí a Pablo: un pingüinito azul que, junto a tres amiguitos, juegan y cantan en el patio de la parte de atrás de alguna casa animada en el canal Discovery Kids (para los televidentes latinoamericanos). Dado su nombre y cuchi imagen, el cosito logró despertar gran curiosidad en mí, así que me dispuse a averiguar quien era él y de dónde había salido. Para mi sorpresa me encontré con esta página y, ante mi estupefacción, descubrí que Pablo y yo (pablitö) tenemos más cosas en común de las que pudiera haber sospechado:

Pablo

Pablo piensa, habla, actúa y reacciona rápidamente [en esto no se parece a mi]. Puede que no sea la criatura más ágil o elegante del mundo pero es probablemente la más determinada y entusiasta. [Pues, ciertamente no soy ni ágil ni el más elegante del planeta, puede que sea determinado, pero no, definitivamente entusiasta no soy… quizá un poquito, y sólo un poquito, en estado de ebriedad].

Tyrone

Tyron se lleva bien con todos aquellos que lo rodean. Pablo es su gran compañero. De hecho, los dos amigos se complementan a la perfección. Cualquier cosa que Pablo imagine, Tyron es capaz de hacerlo realidad. Ambos saben que pueden contar el uno con el otro.

{Acá, sin poder evitarlo, mi mente lo vio con claridad: entre Pablo y Tyrone hay una hermosa relación amorosa, ambos son dos cositos cuchis ejerciendo su homosexualidad subrepticiamente. Pero no sólo es una relación romántica, ellos son almas gemelas, ellos son el destino-objetivo de cualquier relación: la complementariedad sin importar el sexo de las partes.}

Uniqua

Uniqua es ágil y elegante. Adora correr, escalar y montar bicicleta más rápido que nadie. Nada la asusta y es muy graciosa. A veces es un poco traviesa pero siempre esta preocupada por los demás.

Tasha

Tasha confía plenamente en su manera de hacer las cosas. Es racional y escéptica. Uniqua la adora. Con ella puede divertirse e incluso hacer el tonto.

{Esta claro, Uniqua y Tasha también son pareja. Pero, a juzgar por la descripción, la relación entre estos dos seres lesbicos no es tan perfecta como la de Pablo con Tyrone, parece más bien una relación de momento: se la pasan bien juntas, se adoran, sin embargo, lo de ellas es más que todo diversión.

Pero nótese en las descripciones anteriores algo más curioso aún: a juzgar por éstas, las características predominantes en la personalidad de Uniqua están vinculadas a su destreza física y a su coraje, y las características predominantes de Tasha están relacionadas con su capacidad analítica y racionalidad. Ambos rasgos, en términos generales, son asociados, en nuestra sociedad, con el ideal de masculinidad normativa: 1) el niño que debe jugar en el patio mientras su compañerita de clases se debe quedar sentadita para no ensuciar su ropita; 2) el hombre que debe administrar el dinero porque su esposa, que es tan imbécil, se deja llevar siempre por las emociones y en una depre, de esas que le dan a ellas, capaz y se agarre el dinero del colegio de los niños y se va de shopping a lo wild.

Si volvemos a Pablo y Tyrone, y hacemos algunas comparaciones, veremos que sus descripciones los definen, a Pablo, como muy poco ágil pero determinado y entusiasta, y a Tyrone como buen compañero y capaz de llevar a la realidad lo que Pablo imagine. A mi parecer, Pablo no es capaz de hacer las cosas que hace Uniqua, él no monta bicicletas tan rápido como ella, él no corre ni escala montañas, él es como una la niña que no debe ensuciar su trajecito, él ha decidido quedarse sentadito sobre un terreno firme a imaginar lo que sólo con la ayuda de su noviecito podrá traer a la realidad y, si le queda tiempo, alentar las peripecias de los demás amiguitos del jardín de atrás. Tyrone, por su parte, es bueno para hacer las cosas que Pablo imagina, lo cual, a mi particularmente, me suena más a una extraordinaria destreza manual (eso que llaman «manualidades» y suele asociarse inmediatamente con manos, pero de mujer) que a habilidades en el ramo de la construcción y la mecánica.}

Austin

Austin es el nuevo canguro del barrio. No conoce perfectamente a todos los demás niños pero se acopla sin problemas. Suele vacilar para expresar su opinión y es un poco lento a la hora de asumir el liderazgo del grupo.

{Cinco es un numero impar y Austin es el quinto, el no se complementa con nadie ni adora a nadie, más bien se está descubriendo y está indeciso, lo cual se expresa en su gran inseguridad e incapacidad para el liderazgo. Austin no es propiamente bisexual, mucho menos es homosexual o heterosexual, él se encuentra en el limbo de la sexualidad, y no sabe si meterse entre Pablo y Tyrone o entre Uniqua y Tasha (asumiendo que no ingresaran nuevos amiguitos al patio de atrás).}

Y juntos somos Backyardigans…{Este patio es de ambiente: imaginarse a los personajes danzando sobre un fondo de arco iris}.

*

Pero, antes de que me linchen esos hermanos mayores (incluso los gais) que son obligados ritualmente por sus hermanitos a ver la comiquita y que sienten que este post ha profanado el espacio sagrado de la infancia con perversas insinuaciones sodomitas, debo confesar que nunca he visto Backyardigans. También confesaré que en el pasado también yo, como mucha otra gente, le pareció un poquito perturbador que el muñequito morado de los Teletubis fuera indefinido sexual y genéricamente y que cargara con tal elegancia esa carterita de su mismo color. Después de haberme asumido gay y no sentir remordimiento por ello, después de enterarme que «enfermo» y «a-normal» son términos que se han inventado, y solo tienen sentido, en un contexto particular, después de entender que si soy hombre es porque alguien me informo que lo era y no porque decidí serlo, puedo ver cosas raritas en todas partes y nada de eso logra perturbar mi mente, por el contrario, ahora los colores del arco iris están en todas partes, como grietas en el castillo heterosexual que los empleados de mantenimiento no han logrado tapar con sus dedos.

2 nov 2008

belleza en la era post-

«Beauty's where you find it
not just where you bump and grind it»

(Vogue, Madonna)


En la era post (-moderna, -industrial, -feminista, -porno, etc.) se supone que los grandes relatos han muerto, reina el doityourself y las historias mínimas, las revoluciones individuales, la anarquía apolítica. La belleza deja de existir como un inmenso imperativo occidental al que todos nos debemos amoldar y se convierte en la plena apropiación del yo, en la puesta en escena de lo que se es, en llevar hasta las últimas consecuencias la propia belleza, en su particularidad.


Por eso, porque se hace cada vez más necesario buscar nuevas explicaciones y conceptos mínimos que den respuesta al vació social y personal, es que las culturas alternativas se «ponen de moda». El problema, porque siempre lo hay, es que en ese proceso ningún vació se llena de contenido sino que, por el contrario, la fuerza de la masificación vulgariza todo concepto que antes lo tenía y queda también desprovisto del mismo. Lo contracultural queda domesticado, sumido en un mar de orden. Aún así, la belleza se convierte en un ideal abstracto de radicalidad que, no deja de ser imperativo, pero permite mucha más libertad. Lo obsceno y lo raro, lo patético y lo underground, lo creepy y lo freak, todo eso puede ser, y es, materia prima de un bello final. {imagenes: Felipe Abe & di Mola}