Se ha dicho mucho estos últimos días acerca de la posibilidad de que se legalice el matrimonio entre personas del mismo sexo en nuestro país. De entrada, hay que aclarar que aquí no está en juego que nos vayamos a poder "casar" o no… esa sigue siendo una prerrogativa heterosexual promulgada por nuestra Constitución. Lo que tenemos ante nosotros es la posibilidad de establecer una relación legalmente reconocida, similar al matrimonio entre personas del mismo sexo, que llevaría el nombre de "asociaciones de convivencia". Pero, dado el escenario, tampoco nos hagamos demasiadas ilusiones con ello.
La cuestión en los actuales momentos, según entiendo, es la siguiente: en la Asamblea Nacional se está discutiendo un proyecto de Ley Orgánica para la Equidad e Igualdad de Género y, en tal contexto, la diputada Romelia Matute ha propuesto que se incluya como parte de su articulado, lo siguiente:
El escenario, por hostil que sea, actualmente se pinta más favorable que nunca: está la propuesta, los grupos se están organizando, están presionando, están molestando, haciéndose escuchar, incluso nos han facilitado el trabajo y han creado acciones y medios, para que sólo quede tomarlos y usarlos o hacerlos realidad. Al final, aún y cuando no se apruebe el famoso artículo me parece que es un buen momento para actuar, para exigir, para no quedarse callado. Que salir del closet no es solo declararse diferente, hay otros closets mucho más arraigados. Hay que empezar a salir de esos también.
La cuestión en los actuales momentos, según entiendo, es la siguiente: en la Asamblea Nacional se está discutiendo un proyecto de Ley Orgánica para la Equidad e Igualdad de Género y, en tal contexto, la diputada Romelia Matute ha propuesto que se incluya como parte de su articulado, lo siguiente:
Articulo 8. Toda persona tiene el derecho a ejercer la Orientación e Identidad Sexual de su preferencia, de forma libre y sin discriminación alguna. En consecuencia, el Estado reconocerá las asociaciones de convivencia constituidas entre dos personas del mismo sexo, por el mutuo acuerdo y el libre consentimiento, con plenos efectos jurídicos y patrimoniales.Por otra parte, la diputada Marelis Pérez Marcano, presidenta de la Comisión Permanente de Familia, Mujer y Juventud, ha truncado la iniciativa al afirmar (y con ello confirmar el ridículo conservadurismo imperante en nuestro país) que la propuesta de la diputada Matute es simplemente eso, una propuesta. Lo que está en discusión (en su segunda discusión ya en la Asamblea Nacional) es el proyecto de ley, más no el artículo en cuestión. O sea, la ley, tal como esta siendo discutida, no contempla ni matrimonio gay ni asociaciones de convivencia ni nada por el estilo, cuando mucho una mísera concesión:
Quien en ejercicio de la libertad a que se refiere el presente artículo cambiare de género por causas quirúrgicas o de otra índole tiene derecho al reconocimiento de su identidad y la expedición o modificación de los documentos asociados a la identificación. Así mismo, el estado garantizará los medios médicos asistenciales que sean necesarios para su cabal inserción y reconocimiento social en condiciones de igualdad.
Articulo 8. El derecho a toda persona a vivir una sexualidad placentera, responsable y libremente decidida y la capacidad de ejercer la orientación sexual e identidad sin discriminación y en condiciones de igualdad.Ese artículo que propone Matute queda para después. Una cuestión pendiente que, en manos de nuestra "revolucionaria" Asamblea, difícilmente deje de ser eso: una cuestión pendiente. La vindicación de los derechos de cualquier grupo humano depende de la lucha de sus miembros por ejercerlos. Porque, si, puede que todos nazcamos con derechos fundamentales, pero es un hecho que ya en este mundo algunos somos privados de ellos. ¿Qué hacer entonces? No se trata de que queramos casarnos o no, no se trata de que tengamos con quien o no, tampoco se trata de que no quiera quedarme en la calle cuando mi novio se muera y venga su familia a botarme de la casa que juntos compramos. En esencia, no se trata de nada de eso, se trata más bien de que tenemos derechos y debemos reclamar que se cumplan, o lo que es lo mismo, es hora de exigir ser considerados más que ciudadano de segunda categoría. El hecho de que yo, en este momento, no me quiera casar (ni unir ni asociar), el hecho de que no tenga con quien, el hecho de que no tenga nada que perder o ganar con ello, no me hace ajeno al asunto.
El escenario, por hostil que sea, actualmente se pinta más favorable que nunca: está la propuesta, los grupos se están organizando, están presionando, están molestando, haciéndose escuchar, incluso nos han facilitado el trabajo y han creado acciones y medios, para que sólo quede tomarlos y usarlos o hacerlos realidad. Al final, aún y cuando no se apruebe el famoso artículo me parece que es un buen momento para actuar, para exigir, para no quedarse callado. Que salir del closet no es solo declararse diferente, hay otros closets mucho más arraigados. Hay que empezar a salir de esos también.
5 comentarios:
Que bueno que lo explicas para los que estamos afuera de vzla y no teníamos clara la cosa man! pues te cuento que aquí en méxico se hizo lo mismo hace un par de años (creo, no recuerdo fecha exacta) y también hubo todo un alboroto, el final: la ley que legaliza las sociedaddes de convivencia se aprobó y se cumplió... tuvimos un par de uniones civiles (que no es lo mismo a matrimonios) una que otra discoteca fungió como salon de fiestas a "pseudomatrimonios homos" y se empezaba a hacer común ver en algunas revistillas de sociales uno que otro casamiento de estos. ¿Al final? ni quien hable de ello, ni quien le encuentre el beneficio y la gente sigue viviendo su vida muy a su modo esté o no la famosa ley.
Cosa contraria - me parece- a lo que sucede en Argentina, donde la unión incluye derechos más tangibles como las pensiones en caso de que uno muera por ejemplo! en fin, sin duda la ley es sinónimo de que las cosas están canbiando, pero lo triste, es al ritmo al que lo hacen!!
saludos y por aquí andaré más seguido!
mmm CAMBIAND0... jeje es que puse N
Hay que aplaudir todos estos pasos, pero cierto es que son insuficientes. Matrimonio es la unión de dos personas, 'punto', hay que conseguir el reconocimiento de la igualdad para estar al día con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el tema de las minorías y la no discriminación.
Saludos
Pablito, de verdad que gracias por pensar en mí para tu nuevo blog pero honestamente ya el mío me quita demasiado tiempo y estoy pensando incluso en dejarlo (ya estoy en edad para cobrar lo que escribo, jajaja)
Abrazo
Epale Pablito, tipo panas y todo, el artículo propuesto (el de la Matute) da risa, mucho. Parece increíble. Increíble no mas. Pero aplaudo tu entrada y si creo que haya que exigir, por la igualdad, por la no discriminación, por la libertad de todos. Ojalá y se logre. Pendiente...
NIce blog!, la primera mezcla está muy buena!
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