9 jul 2008

de las taxonomías i: el blanco y el negro

Es claro que todos (o la mayoría) de los seres humanos tenemos una fuerte tendencia a relativizar las cosas y simplificarlas a través de las clasificaciones. Somos adeptos irrenunciables a la taxonomización de la vida, de la gente, de la realidad y del mundo. Por una parte, están esas clasificaciones donde caben muchos conceptos y categorías y cada quien tiene su etiqueta, muy al estilo de las ciencias naturales, dividimos el mundo en reinos, especies, familias, razas, etc. [esta queda pendiente para el próximo post]; mientras que hay otra forma de clasificación que ocupa un lugar privilegiado en la sociedad, siendo las verdaderamente determinantes al momento de ordenar el mundo: las taxonomías binarias. Estas son, dos elementos generalmente contrapuestos que, como el blanco y el negro, se excluyen y se encuentran en polos opuestos de un todo imaginario. Estas clasificaciones resultan las más simples (sólo dos elementos se encuentran en juego) a la vez que las más peligrosas. Generalmente, son las que se encuentran institucionalizadas y legitimadas más fuertemente dentro de los grupos sociales, y su peligro radica en que, al ser dos y sólo dos elementos, implican siempre dos significados distintos que la sociedad suele equiparar con la gran dicotomia dentro de cualquier cultura: lo bueno y lo malo, el yin y el yan. La trampa está en que, al ser dos y sólo dos, lo que entra en uno, necesariamente le falta al otro, son exclusivos y excluyentes en la medida que el blanco acapara toda la luz y el negro se queda con la oscuridad plena. Las clasificaciones binarias no saben de grises y ese detalle es determinante a la hora de repartir poderes.

Supongamos que nacemos en una sociedad plagada de clasificaciones binarias (y despertamos y vemos que no es una hipótesis, es nuestra realidad diaria). Al nacer un señor graduado de médico te tomara por los piecitos y te examinara rápidamente después de haberte sacado del cuerpo de tu madre. En ese momento te insertan en el sistema taxonómico, sin preguntarte si quiera: la presencia de cierto genital entre tus piernas determinara si eres niño o niña, lo cual significa que mañana serás hombre o mujer. Si eres hombre, te casaras con una buena mujer; si eres mujer te casaras con un buen hombre. La categoría hombre te confiere de ciertas prerrogativas, digamos que tienes derecho, por ejemplo, a reaccionar violentamente ante ciertas situaciones, porque los hombres (es decir, los que tienen pene) pueden hacer eso, el detalle está en que, de acuerdo a cada caso particular, estos privilegios pueden convertirse en deberes y de deberes a imposiciones solo hay un paso. Si eres hombre no sólo tienes el derecho de reaccionar violentamente, sino que es lo que se espera de ti, es decir, si no lo haces defraudaras a gran parte de tu entorno social, lo cual podría (y casi siempre es así) traducirse en represalias varias, como son el rechazo, la humillación, etc. Y, como dije, ese es solo un ejemplo. Ahora digamos que eres hembrita (porque el señor doctor no encontró ningún pene entre tus piernitas) pues tienes derecho, por ejemplo, a quedarte en tu casa poniéndote bella y poniendo bella a tu casa (y poniendo bellos a tus hijos, si los hay [y debe haberlos, por regla general]). Es tu derecho natural por pertenecer a ese grupo de la humanidad. El detalle nuevamente está cuando tu, siendo mujercita, no quieres ir a la peluquería y quieres salir a construir casas. En ese instante el derecho deja de serlo y se convierte en obligación. Así pues, los engranajes de la taxonomía binaria encajan perfectamente: lo que es femenino, por definición, es distinto de lo que es masculino. Son categorías excluyentes, como el blanco y el negro, como el cielo y la tierra. Pero esta diametral separación conduce finalmente a un punto de confluencia: es bien sabido que los polos siempre se atraen, de lo cual se deduce, y se impone como verdad absoluta, una suerte de complementariedad entre las categorías en juego.

Ahora, contra todo pronostico, digamos que el soldadito de plomo no quiere casarse con la bailarina de ballet, sino con el sargento de su batallón, también de plomo. La complementariedad “natural”, es decir, hetero(nótese: hetero=distinto, categorías distintas y opuestas dentro del esquema taxonómico)-sexual, se ve corrompida por el pecado de la homo(nótese: homo=iguales ¿iguales en qué sentido? Iguales en tanto categoría de esta clasificación binaria)-sexualidad. El soldadito de plomo entonces será llamado mariquito al andar acostándose con su señor sargento, porque hay que darle nombre a esas cosas que hacen ellos en la intimidad de sus bunkers de plomo porque sino tienen su nombre bien puesto entonces ¿cómo podríamos diferenciarlo de lo bueno y de lo decente? Se hace necesario pues, una nueva clasificación de este tipo: o se es straight o se es gay. Así, se imponen nuevas fronteras, separando lo bueno de lo malo, lo normal de lo patológico.

Las taxonomías binarias funcionan así: separan y oponen, arrojando luz a una parte y oscureciendo a la otra. Imponiendo las pautas que cada lado debe seguir, dejan el poder exclusivamente de un lado, siendo que las reglas del juego en sí mismas deciden por ti de qué lado vas a jugar.

5 comentarios:

Sandum dijo...

Hola!!! Excelente el post... Aún sin tener toda esta base teorica, siempre odie este tipo de clasificaciones... Recuerdo que le decía a mi hermano (muy binario el): "A. también existe el gris"... Las normas binarias a la hora de vestirse si molan! Blanco y negro en la ropa son dos cosas que siempre han funcionado muy bien! jajajajaja

P.S.: Me puse horny con lo de los soldaditos y el Bunker!!!! jajajaja

NeoGabox dijo...

Indudablemente nacemos con una predisposición (social) a ser tal o cual cosa... Y ya dependiendo de lo que "el medio ambiente", o nuestras experiencias van cambiando todo... Algunos decidimos no estar ni en el blanco, ni en el negro, si no en el púrpura (en mi caso por ejemplo)... Y así... Aunque esa libertad de decisión cueste cierto repudio... Pero con el tiempo se supera...

Te lo dice alguién que vive en el blanco y negro...

"Saludos Monocromáticos"

M.O.C dijo...

Hasta ahora los cientificos conocían bien los procesos que desencadenan la formación social (binario), pero no habían podido confirmar la hipótesis de que uno de los posibles finales del paradigma fuera a convertirse en agujero multi Color. La circunstancia de que el agujero estudiado se encontrase en un sistema binario permitió a los cientificos confirmar algo que sospechaban desde hacía varios años... el futuro es ahora y el binario se fue con el nuevo milenio!!! VIVA EL ARCOIRIS!!!

SAMIR....

Anónimo dijo...

Hola, paso un momentico para visitar los blogs amigos, y vine a saludarte

La verdad no pude leer todo el post completo, pero prometo regresar este fin de semana y dejarte un mejor coment.

Cuidate!

PD. Ya actualicé mi blog!
LOL

The Mars Ocean Project dijo...

bueno, yo siempre fui diferente en esto de las clasificaciones, además, soy diferente casi que en todo xD

me encanta el gris y pues cual es el problema, soy de arcoiris y qué?

(no tengo muchas ideas y no pude dejar un mejor comment xD)

Bye_!