27 may 2008

el "ambiente" y la metonimia (i)

Metonimia:

1. f. Ret. Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.

tu mundo por el mundo; el ambiente por la vida


No suelo utilizar la palabra “ambiente” para referirme a esa abstracción de la que hablan los gays como si fuese un monstruo o una gran casa que los alberga a todos, que además es un monstruo muy malo y vicioso o (si se prefiere la otra analogía) una casa embrujada, habitada por seres despiadados capaces de destruirte en un abrir y cerrar de ojos. Aparentemente, este llamado “ambiente es corrosivo. Al parecer, a todos los de esta especie le toca, en algún momento, sentir la furia homosexual, y sobrevivir o perecer. Cierto, solo que eso, en castellano, se llama crecer y vivir. Quizá endurecerse por los golpes de la vida. Se llama, en fin, vida, experiencia. Gente mala, gente buena. Se llama vivir y vivir cosas feas y bonitas, sin embargo, muchos gays (la mayoría) se empeña en llamar a todo eso, “ambiente”. Eso es el “ambiente”: el chisme, la malicia, la infidelidad, la suciedad, la corrupción de los seres humanos; pero (se sufre pero se goza) es también la música a reventar, bailar, sudar, el sexo, drogas y rock and roll, alcohol, derrape, alegría (aunque sea artificial), el fashion, los músculos de uno (los que los tienen desarrollado), los músculos de otros (para el deleite de las miradas de uno). En fin, muchos gays creen que todo lo malo (pero también lo que consideran bueno) se puede meter en esas ocho letras que lo designan todo, sin darse cuenta que de lo que están hablando es de la vida. Por eso yo suelo hablar del “ambiente” sólo para referirme a algo muy puntual: las discotecas (o los sitios en general) de “ambiente”. Aquí, para mí, no hay ninguna abstracción. Ambiente para designar dos cosas: primero, lo contrario de las discotecas straight o “heteros” (horrible, por cierto, llamarla discotecas “normales”), donde no estará bien visto (en la mayoría de ellas) que un tipo bese a otro tipo, por ejemplo, o ni siquiera que anden agarrados de manos o que bailen el uno con el otro. Segundo, (y consecuencia de lo anterior) “ambiente” para designar el hábitat natural de una especie determinada (no nos ofendamos por lo que parece una analogía con el mundo animal), o lo que es lo mismo, donde esa especie puede ser, donde está a su alcance lo que le permite desarrollarse como lo que es realmente y no como se le impone que debe ser. Este último significado me quedó claro cuando fui por primera vez a una discoteca de este tipo. Nunca entendí de donde habían sacado la bendita palabrita hasta que entre a uno de estos sitios y, tímido como soy, sentí que ese lugar estaba lleno con seres de mi misma especie. Lo que llama uno “sentirse en ambiente”. Desde entonces utilizó la palabra “ambiente” para refirme a eso: un lugar lleno de gays y lesbianas siendo gays y lesbianas; y más que eso: un lugar lleno de gente que no te ve raro por la persona a la que besas, por la persona con la que bailas, por la persona que eres o por como bailas, etc. Cero abstracciones.

1 comentario:

Sandum dijo...

La verdad es cierto eso que la gente se refiere con el ambiente a todo eso, y entonces existen dos grupos, lo que están y los que no... Me niego a entender algo asi, pues mi teoría es que mientras mas nos segreguemos de los heteros los perjudicados seremos nosotros... Por lo demas no me paro en definiciones, yo se manejar ahora muy bien las palabras magicas si y no... Y si voy al ambiente y me dicen:
Sexo? Si
Desenfreno? Si
Drogas? No
Bailamos? Si
Nos vamos ya? No todavía...
Y asi...
Excelente tu post como siempre...