[..] un lugar lleno de gente que no te ve raro por la persona a la que besas, por la persona con la que bailas, por la persona que eres o por como bailas, etc.
Cierto. Ya he dicho, en estos lugares, aquellos de nuestra especie pueden ser y pretender ser lo que quieran sin el menoscabo de los demás, sin el desprecio de la mirada inquisidora de una sociedad normada. Pero pasar por la puerta de un lugar de este “ambiente” no nos despoja de todo aquello que se nos ha incrustado en nuestras cabecitas desde pequeños. Somos homosexuales nacidos y criados en una sociedad normada heterosexista y heterocentrada. (Queremos decir, cuando decimos sociedad normada: aquella que impone sus normas de forma tácita: la internalización de reglas de conducta, entre las que está la heterosexualidad, sustituye a la obligación consciente. Ser flaco es asumido como equivalente a ser bello tanto como ser heterosexual es equiparado con ser normal. Cosas que nadie dice pero que todos asumen, y que pasan de una generación a otra.) Con sus normas, nos incrusta estereotipos y prejuicios, estándares evaluativos y apreciativos, una moral limitante, a veces obsoleta. ¿Qué pasa cuando todo esto entra por la puerta de un lugar de este tipo? Pues la sociedad nos ha puesto sus lentes ante los ojos que usaremos para enjuiciar al que se salga de la norma. La norma, en este caso (por las condiciones evidentes), se hace más flexible, sin embargo, ahí está: ok, somos homosexuales, pero no quiero nada contigo si eres muy niña (siendo biológicamente un niño), no quiero nada contigo si te vistes de mujer. Esto, adentro de las paredes oscuras de estos lugares. Afuera, la realidad es mucho más cruel: la norma heterosexual la aplicamos a nuestra realidad homosexual para, de esta forma, dividir a los que comparten nuestra misma orientación en homosexuales normales y anormales. El travestismo les da grima a algunos, los transexuales resultan perturbadoras muestras de la decadencia humana y el sadomasoquismo es una práctica demasiado perversa, por citar ejemplos. Somos diferentes pero no sabemos lidiar con las diferencias y, peor aún, nos tapamos los ojos para no ver que las diferencias (aquellas que nos separan de la heterosexualidad y sus paladines, y aquellas que nos diferencian entre nosotros mismo) son las que algún día nos liberaran. Someday, my dear.
3 comentarios:
No estoy seguro de estar de acuerdo con esta tercera parte... Creo que es como caer en un circulo viciososo,así:
1.- Ok, somos homosexuales y vamos a esos sitios a ser -precisamente- eso, fino
2.- Venimos con ciertos patrones, que asumimos como normales en un mundo dominado por los heteros, correcto
3.- Con esos mismos patrones separaremos a los que se suponen deberían ser nuestros iguales... Ahi es en lo que no estoy de acuerdo...
Es cierto que hay cosas absurdas que nos enseñan desde niño, y las asumimos como verdades... Pero esas cosas a mi entender, son las que determinan nuestros gustos, y es con esos gustos con los que separaremos a las personas... En mi casa nunca se hablo de sadomasoquismo, yo supe de esto por los libros que me compraba mi mamá, nadie nunca me dijo "el sado es malo"; "el sado es bueno"... No es un tema que sea tratado en televisión... Y aún así yo puedo decir que no me llama la atención para nada eso... Es cuestión de gustos, hay sujetos -como yo-, que queremos un tipo al lado, con apariencia de tipo, por que ¿Por que querer un transfor que quiere ser mujer? Digo, yo no quiero estar con mujeres, quiero estar con hombres parecidos a mi, pues eso es LO QUE ME GUSTA, si ese gusto vino dado por la sociedad heterosexista, que le vamos a hacer, yo debo hacer lo que me gusta para ser feliz... Y ahi volvemos al principio podemos volver a decir que los gustos me fueron inculcados etc, etc... Todo el mundo tiene su publico, y seguro que siempre habrá alguien que le guste un transfor, una practica sado, y así... Lo cierto es que en nuestro "ambiente" si hay diversidad, pues yo puedo ser igual a alguien que canta en las noches -yo no canto-, montado en unas plataformas de 17 cm -no uso tacones y no me gustan-, y que disfruta usando ropa de mujer y de cuero -no me gusta como se me ve la ropa de mujer...
Saludos Pablito!
Quise decir "yo no puedo ser igual"!
sandum,
creo que entiendo tu punto, pero nunca he dicho que todos tenemos que ser iguales... yo tampoco puedo (ni quiero) ser igual a nadie... y tampoco estoy diciendo que a todos debe "gustarnos" cosas ajenas a nuestras preferencias en cuanto a sexo y a estilo de vida...
mi punto es, mas bien, lo contrario... somos homosexuales pero hay muchas formas de serlo (como hay muchas formas de ser heterosexuales) y debemos respetar y aceptar las diferencias de todos por sobretoda las cosas... para verdaderamente respetar y aceptar las diferencias tenemos que dejar de separar el mundo en normales y anormales... yo no siento ningun placer por el sadomasoquismo ni quiero vestirme de mujer, pero debemos hacer un esfuerzo por entender que eso es "otra forma" de ser en la vida y en la cama que no es ni mejor ni peor ni mas normal ni anormal a lo que estamos acostumbrados y nos gusta... por el contrario, muchos gays se jactan diciendo que son "serios" y conozco a algunos que hasta tienen tal grado de ridiculez como para autodenaminarse "homofobicos" (porque odian a las "locas", por ejemplo), y eso es lo que critico... tenemos que dejar de ver a la travesti "showsera" como un "show" los fines de semana en el sitio de ambiente y entender que es un ser humano con una forma de vida tan legitima y digna como la nuestra, ni mas ni menos
eso fue lo que quise decir... por eso termine diciendo que nuestras diferencias nos liberaran... cuando las aceptemos (las nuestras y las de los demas) y dejemos de denigar lo "diferente" como se nos ha enseñado a hacerlo
saludos...
y mucha gracias por tus comentario siempre XD
pd.: obviamente, mi post es una generalidad y las generalidades a veces pueden ser excesivas, y nunca logran englobar a todo el mundo... por eso puede que tu caso particular no tenga nada que ver con las lineas que yo escribi
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