1 abr 2008

Coti


Ayer se terminó de morir mi pececito, Coti. Coti fue un regalo de cumpleaños de una amiga que, casualmente, cumple años estos días. Era un beta rojo y bonito, metido en una pecerita de plástico, junto con otro pececito anaranjado (pero de plástico) y unas alguitas verdes antinaturales (también de plástico). Digo que se “terminó” de morir porque la cosa duró varios días en suceder. Hace como tres, me di cuenta que Coti no se movía y no salía de entre las alguitas ni siquiera para comer. Así que moví las algas, pero igual no salió. Finalmente logré que saliera, pero no se movía igual. Supe entonces que comenzaba el proceso con el cual terminaría su pequeñita vida. No comía, no se movía, parecía muertito pero sin flotar, aún sin la pose mortal: boca arriba. Perdió el color como no lo perdió en los meses anteriores que vivió junto a mí, en la cima de todas las gavetas que contienen mis cds, algunos papeles y libros, y mi ropa. Es triste ver agonizar a la gente, a los peces, a las cosas. Anteayer antes de acostarme vi que estaba como loquito, ya no inmóvil, ahora se agitaba y giraba como loco y me parece que a veces chocaba contra las paredes de la pecera. Y ayer, finalmente, lo encontré muertito.

Entre las opciones de mi hermana (enterrarlo o tirarlo a las cañerías) preferí enterrarlo en un mata que está en el jardín de la casa. En realidad, los peces nunca me han parecido una mascota de verdad, me parece que son más bien como un adorno, y no me parece bien tener seres vivos sólo para adornar (las matas, a lo mejor). Pero ahora es un poquito triste ver la pecerita vacía. Aunque no parecía hacer ningún bulto en la vida, al final, creo que se da a extrañar y todo. Los peces son una cosa extraña. La muerte también. Y la vida, por supuesto, también.

1 comentario:

Alejandro Pravia dijo...

Lamento lo de coti... yo también tengo peces y aunque no los trato igual que a mi gato, no los acaricio y no los aprecio tanto, verlos morir o no tenerlos me haría un daño, un cambio. Los peces son mascotas para aquellos que disfrutan de la contemplación, un ejercicio para el alma muy hermoso, no para quinestésicos o auditivos xD

En otro ámbito, tu pez era hermoso, como lo son todos los betas y me gustó este post!
Saludos!