3 abr 2008

El derecho, la trampa, la jaula

Hace unos días escribí esto: quizá mitad apología a mi condición de gay (y a la de todos, si se quiere) y mitad incitación a asumir una posición política, luchar por nuestra vindicación. Luego he leído este artículo de Pelayo y Moro sobre Michel Foucault y el problema de género. A propósito de lo que escribí y de lo que pienso, cito lo siguiente de este artículo:

De aquí que para Foucault la declaración de la propia homosexualidad tenga un carácter ambiguo, ya que “es una afirmación necesaria puesto que es la afirmación de un derecho, pero al mismo tiempo es la jaula, la trampa”. Es una trampa en cuanto implica caer bajo el control social ejercido sobre el individuo, caer en la imagen del homosexual patologizado como desviado, enfermo o perverso. Por eso, lejos de constituir el final del problema, la declaración de la homosexualidad sólo puede ser tomada como un punto de partida desde el que reconstruir un modo de vida original frente a modelos acuñados. […] De ahí que el problema no se acabe con declararse homosexual, sino que tal afirmación es útil en cuanto funciona como un punto de partida para ejercer una resistencia constructiva mediante la creación de nuevos modelos de vida. […] De esta manera, Foucault dará una consistencia especifica a lo que denomina ser gay, que interpreta como un paso más allá de la homosexualidad. Ser gay no es simplemente identificarse como homosexual, con el riesgo de encajonarse en una identidad que funciona como una construcción histórico-cultural demasiado estrecha, sino que significa desarrollar un nuevo modo de vida, para lo que resulta necesario liberarse de los cauces de los estereotipos.

Como dije, la subversividad está ahí. Un arma oculta facilmente neutralizada a través de la estigmatización, de los mecanismos de acomodamiento al orden social que en realidad le resultas desagrable. Depende de cada quien usar o no las armas que tenga. No se trata pues de orgullo gay, es cuestión de construirse como ser humano y estar orgulloso de ser lo que se es: gay (es mi caso). Y usar eso, y todo lo que se tenga a la mano, para torcer el mundo tanto como sea necesario y lograr que lo que soy no me haga menos que nadie, ni enfermo ni pecado andante; demostrar (o más bien, lograr que los brutos, hetero y homosexuales, lo entiendan) que soy (y somos) iguales todos y que ser mejor o peor no depende de con quien te acuestas, a quien deseas, con quien o como consigues placer o si te sientes hombre aunque naciste con senos y vagina, depende de lo que eres mucho más allá de eso.

3 comentarios:

Sandum dijo...

No quiero parecer arrogante, pero este articulo que citas (o el fragmento) no aporta ninguna información importante... Lo digo en el sentido que cualquiera con 4 dedos de frente sabe que al admitir que es gay en frente de un grupo sera esteriotipado, incluso en su familia (si, me paso), pero yo estoy a favor de eso... A favor de decir la verdad, de no andar inventandote novias, y de poder asistir a cualquier lugar con tu novio sin necesidad d estarlo presentando como un amigo, primo etc... Y siempre me repito lo mismo todos días: "No debe de importarme lo que piense la gente", y funciona, cada día que pasa me importa menos... Saludos!

Pablö dijo...

Me parece que tienes toda la razon, pero no hay nada en lo que digo o cito que te contradiga... Declararse homosexual, como derecho que tenemos, debe ser ejercido por el bien especialmente de quien se declara y su salud mental... lo que dice el articulo no es que este mal declararlo, sino que es solo "un punto de partida" a traves del cual deben cambiarse ciertos paradigmas acerca de la homosexualidad como enfermedad, por ejemplo, o incluso acerca de la necesidad de encajar a una persona como homosexual o heterosexual, lo que lleva por ejemplo, en muchos casos al rechazo (muchas veces de parte de homosexuales) de las personas que se declaran bisexuales...

en realidad la premisa del articulo es una premisa mas que todo politica, que lo que invoca es la necesidad de cambiar esta estructura de la que hablo... obviamente nadie en este post esta abogando porque ocultes tu orientacion sexual, o tu estilo de vida, quien te da placer o a quien deseas, detras de un matrimonio o una relacion heterosexual hipocrita y convencional...Precisamente de lo que se habla es de ese "No debe de importarme lo que piensa la gente" del que hablas, internalizar eso, y comenzar por nosotros mismos para entender que no somos ni enfermos, ni raros, pero tampoco un ideal acabado y estereotipado; los seres humanos somos seres sexuales y ya (gays, lesbianas, travestis, transexuales, intersexuales, heterosexuales o sadomasoquistas ocasionales, bisexuales, trangeneros, etc) y asumir el sexo como mejor nos parece depende de cada uno de nosotros

Alejandro Pravia dijo...

lo digo fácil: a la gente no la hace las personas con quién estén, sino la actitud, la conducta y el pensamiento.

Una sociedad no se hace por gustos sexuales, sino por lo anterior. Quizás si no existiera tanta destrucción y desmoralización entre las personas, no existieran los homosexuales (gays y lesbianas)

No digo que tengan que dejar de existir, pero si exisiten es por algo ¿o no? Si es que la sociedad está funcionando mal o si es que está conciderando mal las cosas...

"La gente le teme a lo que es diferente a si misma" y por ello ataca y no construye mejores relaciones en pro de una sociedad más dinámica...

"La sociedad es un padre que reprime a sus propios hijos"

Saludos! y que Dios te bendiga. te ilumine para que lleves tu vida con sabiduría y te brinde experiencias de vida que te hagan un ser excepcional!