Ok, los venezolanos parece que deliran por las colas, que a veces ni siquiera sentido tienen, y por una misteriosa razón, en Venezuela las operaciones en bancos o cualquier oficina parecida, tanto pública como privada, es toda una travesía, horriblemente complicada, tardada y estresante.
Hoy me tocó ir a Movistar a hacer una estúpida operación de cambio de "línea" de un teléfono celular a otro (de mi teléfono viejito a un teléfono más nuevo que abandonó mi hermana –si, soy un miserable, no gasto mi dinero en celulares). Pues bien, en el maravilloso mundo de
A todas estas, nadie me dijo que anexa a la autorización tenía que ir una fotocopia de la cedula de la persona que autoriza. De eso me enteré por unas letricas mínimas impresas también en la hoja; pero, inexplicablemente, algo tan importante (así decía: IMPORTANTE) nadie se lo dice a uno y se encuentra apenas en la parte inferior de la hojita en letra tamaño 8.
Son las 3 de la tarde, la mágica oficina cierra a las 4: me tengo que apurar. Busco a mi hermana (la propietaria del celular), lleno la planilla, ella la firma, me da una fotocopia de su cedula: todo listo. Vuelvo al lugar de lo posible con sus M's verdes por doquier. La cola para retirar el bendito numerito ahora es horriblemente larga. Hago la cola. Cuando me toca mi turno, la señorita número 1 revisa la autorización y la fotocopia, grapa los dos papeles juntos, y procede a preguntarme, nuevamente, qué es lo que quiero hacer. Le explico. Me dice que eso no se puede hacer aún con la autorización. Un poco molesto ya, le pregunto que para qué entonces me hicieron ir apurado a llenar la cosa, a buscar la firma, la fotocopia, etc. La idiota parece entender mi molestia y me dice que igual no se puede pero que si deseo puedo pasar a hablar con la segunda mujer que me atendió anteriormente, para que me aclare cualquier duda y me explique bien. Así lo hago. La segunda mujer es una verdadera imbecil de esas que atiende con condescendencia pero de mala gana, que busca las mil trabas para que no puedas hacer lo que quieres. Finalmente, me dice, con cierta molestia que los frenillos le produce al hablar, que la primera mujer estaba equivocada, que lo que yo quería hacer efectivamente sí era posible hacerlo y sólo era necesaria la autorización que yo, de hecho, tenía en mis manitos... pero, me dijo después, la fotocopia de la cedula estaba “muy oscura”, así que, pues, igual no. Al final, me vine a mi casa sin poder hacer absolutamente nada, con la bendita línea en el celular feo y viejo, maldiciendo a la cutre burocracia y deseando que todas las M’s del mundo exploten al mismo tiempo.
2 comentarios:
DIOS MIO... eso si es saber perder una tarde!
lo peor del caso para mi: que hayas hecho DOS veces el mismo procedimiento (el primero no es tan grave, para aprender hay que caer) pero la segunda vez ya es like too much!
yo la insulto y le digo: tu querías esto, pues esto te traje, la fotocopia está bien o algo, no sé! no fue conmigo y me dió rabia! imposible :@
Take Care... y no sigas mi ejemplo :D
Bye_!
La verdad no se que paso, yo nunca he tenido problemas en Movistar, sin embargo te doy unos consejos si esa es tu operadora de siempre: Hazte amigo de cualquiera de esas muchachas... Ni te imaginas todo el provacho que podrás sacarle... Saludos!
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